El árbol de la ciencia. Análisis de la segunda parte.

En esta parte del libro ocurren dos cosas que tendrán transcendencia durante el resto de la obra. Primero de todo, Andrés conoce a Lulú, y segundo, la primera conversación entre Andrés y su tío Iturrioz. Por lo tanto, he decidido dividir esta parte del análisis en estas dos partes.
Lulú
Julio Aracil le presenta a Hurtado a Lulú. Al principio, Andrés no se siente atraído por ella pero le parece una chica graciosa, que no tiene ningún reparo en decir lo que piensa en voz alta y además es una chica muy simpática. Lulú no tiene amigas de su edad, las que tiene son mayores que ella. Se nos presenta como una chica un poco “rara” sobretodo cuando nos hablan de su niñez; durante un tiempo no quería hablar porque le provocaba tristeza.
Iturrioz y Andrés
No es hasta el capítulo nueve cuando hay la primera conversación entre Iturrioz y Andrés. El tío de Hurtado es hermano de su madre y aparece en la vida de Andrés cuando ésta muere, característica que relaciona a Iturrioz y a Margarita, la hermana de Andrés. Hoy en día, llamaríamos a Iturrioz un ecologista por su interés por la botánica, movimiento que está muy desarrollado durante el siglo XIX.
La conversación entre Iturrioz y Andrés representa una parada en la novel adonde podemos apreciar la evolución de Hurtado y de la que podemos extraer diferentes conclusiones.
La primera idea que se plantea es la de “el fuerte se come al débil”. Esta idea es muy antigua. Se puede encontrar en la filosofía griega y también en el inicio de La Celestina donde se refleja claramente esta idea. Este pensamiento lo refleja Iturrioz muy claramente en la siguiente frase:
“… la vida es una lucha, donde nos vamos devorando unos a otros”
Al mismo tiempo podemos llegar a la conclusión de que la palabra lucha la relaciona directamente con conflicto, ya que es Andrés quien tiene un conflicto en sus pensamientos respecto a las experiencias que lo han marcado profundamente.
En la quinta línea de la página 97 se describe la palabra lucha como <<proceso de la energía e un vivo contra los obstáculos del medio>>.
Andrés es un utópico, cree en un mundo mucho más justo y mejor, e Iturrioz le dice que tener ese punto de vista es absurdo ya que un solo hombre no puede cambiar el mundo y que si de verdad quiere actuar, debe hacerlo a pequeña escala o le quedará ancho y acabará comiéndose la cabeza.
Iturrioz defiende que los hombres responden a instintos y no hay que admirarse de que los hombres sigan esos instintos. Le dice que cambiar esos instintos cuesta siglos y que no intente tener una mentalidad tan tópica y romántica. También defiende que hay dos soluciones prácticas para el hombre sereno; la abstención y la acción.

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