El árbol de la ciencia. Cuarta parte

Esta parte del libro es la que más me ha costado de leer, ya que es realmente densa. Aunque me pareció muy lenta, no me pareció aburrida, aunque tampoco divertida.
Me asusta un poco el test que Mari Carmen nos pueda poner sobre esta parte ya que es una parte difícil, y dado que los tests son bastante específicos, es difícil obtener una buena nota, y ya se sabe, para la nota final todo cuenta.
En clase comentamos la cuarta parte. Ya lo dije en entradas anteriores, que un día ya comentamos esta parte en clase porqué Mari Carmen creía que la habíamos leído, pero luego lo aparcamos y empezamos de nuevo el pasado jueves. Así que en esta entrada resumo la información que recogí de ese día que lo trabajamos un poco aunque no tocaba, y lo que se comentó en clase el pasado jueves.

La cuarta parte de El árbol de la ciencia se llama Inquisiciones y tiene cinco capítulos: Plan filosófico, Realidad de las cosas, El árbol de la ciencia y el árbol de la vida, Disociación y La compañía del hombre.
Toda la cuarta parte, nos narra una conversación entre Andrés Hurtado y su tío Iturrioz, que tiene lugar en casa de éste. De esta larga conversación podemos sacar diferentes conclusiones.
Durante toda esta parte, se reflejan claramente los caracteres de los dos personajes implicados, que aunque ya los conocíamos, en esta parte se ven con mucha más claridad.
A Iturrioz le vemos como un hombre muy práctico. Se muestra curioso ante el ansia de Andrés por el saber y se muestra partidario a poner-le limites. Iturrioz cree que la humildad es mala, te hace pequeño. Cree que para dar una disciplina al hombre se necesita una fe, aunque sea una mentira.
Andrés, al final de la conversación se encuentra en el mismo lugar que estaba al principio, en un callejón que casi no tiene salida. Su pensamiento filosófico está mucho más desarrollado ya que ha leído mucho a Kant y a Schopenhauer. Las ideas de estos dos filósofos se reflejan en lo que dice Andrés, sobre todo cuando hace referencia al concepto de la vida, que va directamente relacionado con el espacio y el tiempo. Dice, recordando la filosofía de Kant, que cuando morimos el espacio y el tiempo se paran y gozamos de tranquilidad, una idea que Schopenhauer también defendía.
La impresión que da Andrés es de qué duda de todo. Notamos que se le ha agudizado la confusión sobre la vida, la muerte, la justicia, la libertad, y sobre todo, el sentido pesimista. Vemos que cada vez tiene menos capacidad de esperanza, no ha avanzado nada, sigue estando igual de liado.
Por otro lado, también se le agudiza la falta de sentido práctico. Es un teórico que rechaza la acción concreta y la práctica. Por eso Iturrioz le recomienda leer a los filósofos ingleses que son más prácticos y Andrés le responde que después de leer a Kant, leer a filósofos ingleses le resultaría como arrastrar una maquinaria pesada.
Al final de la parte, Andrés se queda mirando el paisaje mientras lo describe, perdido en sus pensamientos, pero no en la realidad. Esta descripción acaba con puntos suspensivos, que no están allí porque sí, sino que significa que se quedaría hablando y dando matices del paisaje sin parar.

Ignacio Zuloaga

Empecé la clase de ayer realmente cansada, la razón; viernes. Antes de que Mari Carmen entrara por la puerta se me cerraban los ojos por el sueño. Esa noche había dormido poco más de cuatro horas, porque debido a una mala organización de la semana, me había tocada estudiar un examen de biología muy extenso en poco tiempo.
Entró Mari Carmen y se sorprendió de verme en primera fila. Como excusa yo le puse la hipotética manía que me tiene la profesora de matemáticas que la había llevado a ponerme en primera fila,  aunque por mucho que me queje, tiene toda la razón.
Supongo que Mari Carmen también sabe que parte de los alumnos somos como “
zombies”
un viernes por la tarde después de una semana agitada y que pensamos más en el fin de semana que en estar atentos al cien por cien, y me llevé un gran alivio al escuchar que Mari Carmen dijo que nos había preparado “una clase de viernes”.  
En esta “clase de viernes” del día 19 de Noviembre hablamos sobre un pintor vasco, Ignacio Zuloaga. La verdad es que esta clase me gustó ya que como siempre hablamos de literatura y de escritores, aparte de cuando hicimos el Impresionismo, hablar sobre un pintor y ver sus obras aunque estuvieran directamente relacionadas con la Generación del 98 y el
Árbol de la ciencia, me distrajo.
Ignacio Zuloaga (1870 – 1945)
Nació en Éibar, País Vasco, el 20 de junio de 1870. Hijo de Plácido Zuloaga y sobrino de Daniel Zuloaga, un reconocido ceramista español que influenció mucho a su sobrino Ignacio.
Fue uno de los más importantes pintores españoles de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Ignacio Zuloaga perteneció a la misma generación que Pío Baroja. A través de sus cuadros podía transmitir lo mismo que los escritores del 98 podían transmitir mediante sus novelas.
Principalmente retrató el paisaje castellano, aunque su afición a los toros lo llevaron a pintar mucho sobre este tema. En algunos cuadros se representan paisajes impresionistas.
Muchos de los cuadros de Ignacio Zuloaga se pueden relacionar con el Árbol de la ciencia y sus personajes.

 

En clase vimos un cuadro, donde se veía a Ignacio Zuloaga de joven y el cual guardaba un cierto parecido con Andrés Hurtado.
Buscando información sobre éste cuadro en Internet me he dado cuenta que no es realmente Ignacio Zuloaga, sino su tío el ceramista Daniel Zuloaga. El cuadro fue pintado cuando éste tenía 18 años y lo pintó su cuñado el pintor Ignacio Suárez Llanos.

Daniel Zuloaga

El blog

En la clase del jueves día 18, Mari Carmen entregó algunos portfolios a las personas que se lo habían entregado en forma de dossier. Los blogs aún no los había podido corregir pero pudimos repasar los criterios de evaluación que utiliza y que se explican en esta entrada.
También trabajamos una parte del libro en que se da una conversación entre Iturrioz y Andrés. Mari Carmen pensaba que esa parte del libro ya la habíamos leído, pero la mayoría de la clase, y me incluyo en el grupo, nos habíamos quedado en el inicio de la cuarta parte. Cuando trabajemos a fondo esta parte, publicaré una entrada con dicha información.
Criterios de evaluación
-          Estructura propia (1 punto)
-          Tipo de texto y su finalidad comunicativa (1 punto)
-          Reelaboración propia en mapas o esquemas (1 punto)
-          Espacios de reflexión (dudas, preguntas…) (2 puntos)
-          Consultas extras (2 puntos)
-          Calidad, imágenes e ilustración (2 puntos)
-          Orden, aparición del material (1 punto)
Al ver los criterios que utiliza Mari Carmen me asusté un poco porqué no sabía si mi blog juntaba todos los requisitos, así que pensé un poco en como lo llevaba.
La verdad es que la idea de preparar o construir apuntes de Castellano es un trabajo que me cuesta menos que hacerlo de cualquier otra asignatura. Supongo que se debe a que lo hago en forma de blog. Me gusta hacerlo de manera que mi herramienta de trabajo sea el ordenador porque es con lo que trabajo mejor en casa. Además, está muy bien que lo utilicemos porque en el futuro nuestra generación y las que vienen trabajaran muchísimo con Blogger o con WordPress, así que está muy bien que empecemos a acostumbrarnos.
A mí personalmente me cuesta publicar entradas cada día después de clase porqué, aparte de los extraescolares que hago por la tarde, normalmente suelo tener exámenes o trabajos de otras asignaturas. Siempre intento buscar un momento para hacerlo entre semana y si no puedo, lo hago el viernes o los fines de semana.
Mi procedimiento es simple. Cuando me pongo a ello, primero me leo los apuntes que he tomado en clase, que normalmente son anotaciones más bien breves pero explicativas para luego ampliarlo en casa. Después de leerlo es cuando hago esta ampliación, busco en Internet y en otras fuentes aunque casi siempre es en la red, y adjunto la información extraída en los apuntes de clase, todo en un documento de Word para luego publicarlo como entrada. Este procedimiento de hacerlo primero en un Word empecé a hacerlo después de que se me borrara toda una entrada casi acabada por problemas con la señal de Internet.
A Mari Carmen le gusta que introduzcamos nuestras opiniones y reflexiones personales en el blog. Al principio, y se puede apreciar en las primeras entradas que publiqué, esta opinión o reflexión es muy breve o inexistente, pero creo que con el tiempo he ido mejorando e intentaré mejorarlo mucho más hasta final de curso.
Creo que de momento el blog no me está quedando nada mal en cuanto a estética y contenido, aunque quedan muchas cosas por mejorar. De momento, me gusta.

Lulú

Lulú es un personaje que conocemos durante una fiesta en la que asisten Julio Aracil y Andrés Hurtado. Aracil presenta a Lulú y Andrés.
Aunque Lulú nació perteneciendo a una clase social más bien alta, la pequeña burguesía, vive en una corrala, vivienda que se atribuye a las clases populares. Su familia la forman su madre, doña Leonarda y su hermana Niní. El padre, que trabajaba en la administración, murió años atrás dejando viuda a la madre que se pasa gran parte del día recordando tiempos pasados en los que ella y sus hijas vivían mejor, ya que cuando este murió, no les dio por vivir como vive la pequeña burguesía.
Lulú es sincera y espontánea, no explota su feminidad. No es una chica muy fea aunque no es difícil hacerse esta idea debido a los rasgos cómicos e irónicos que escribe Baroja.
Es precisamente en el capítulo en el que conocemos a Lulú cuando se ve de forma más clara la visión de Baroja de la mujer. Esta visión es particular, pero en rasgos generales podemos decir que no era muy buena.
Un ejemplo lo tenemos en el personaje de Niní. Cuando conocemos a esta chica esta “saliendo” con Julio Aracil, y aunque el chico no la quiere tanto como para casarse con ella, Niní piensa que sí. Esta faceta inocente y un poco tonta de la mujer también se refleja en otras novelas, como por ejemplo Fortunata y Jacinta de Galdós.
Otra razón que puede explicar porqué se les atribuye esta característica es que, las mujeres de entonces, aunque fueran de clase social alta solían ser bastante incultas.

Miguel de Unamuno

Esta entrada en realidad debería llamarse “Miguel de Unamuno y un poco de Baroja” porque en la primera parte es de él de quien voy a hablar. En esta clase hemos trabajado (a través de videos del YouTuBe) un poco más a Baroja, pero sobretodo a Unamuno.
El primer video que hemos visto nos mostraba una intervención de Baroja en la gran pantalla en una película sobre uno de sus libros, Zalacaín el aventurero. Aunque las escenas en las que sale Baroja no son parte de la trama, se muestran antes de que esta empiece, como una introducción.
La verdad es que a mí me ha gustado mucho. Siempre que hablamos de un autor y de sus obras, aunque hayas analizado muy bien en clase el carácter de este, no te imaginas como puede ser en realidad, como suena su voz o como camina, por ejemplo. Es por eso que me sorprendió ver a Baroja “en acción”. La verdad es que me imaginaba su voz mucho más grave i profunda, aunque la verdad es que se parece a como yo creía que era.
El vídeo que nos mostró Mari Carmen es el siguiente.

El segundo video que hemos hablaba sobre el último testimonio de Miguel de Unamuno. Nunca hemos trabajado este autor a fondo, aunque sabemos de sobra que perteneció a la Generación del 98, pero en clase pude recoger datos significativos.
Miguel de Unamuno nació en Bilbao en 1864. Fue el mayor de los integrantes de la Generación del 98 y fue siempre muy crítico. Siempre fue valiente y sincero, mientras que otros de la Generación del 98 mantenían una postura más bien escéptica como por ejemplo Baroja, Unamuno en cambio dice siempre lo que piensa. A finales del s.XIX se convirtió en un guía para la juventud. Se opuso al régimen militar de Primo de Ribera y fue desterrado en 1923.
En el video que Mari Carmen nos mostró en clase se escuchaba el último testimonio de Unamuno, el cual leyó en la Universidad de Salamanca, en presencia de autoridades militares, y en el cual criticaba duramente la dictadura de Franco que estaba solo en sus inicios. Debido a la lectura en público de este testimonio, Unamuno fue destituido de su puesto en la Universidad de Salamanca.
La verdad es que las primeras palabras de este testimonio me han encantado y no sé muy bien porque, creo que dicen muchas cosas en poco más de una línea.
<<Vencer no es convencer. Venceréis porque tenéis la fuerza, pero no convenceréis porque os falta la razón>>

Miguel de Unamuno

Schopenhauer

En el capítulo 8, página 42, aparece por primera vez en la lectura el nombre de Schopenhauer. Es una figura que influye mucho en el carácter del protagonista pero también en el del autor del libro, Pío Baroja y a todos los de la Generación del 98. Debido a su gran protagonismo e importancia, le pedimos a Joaquín Rios, profesor de filosofía, que nos diera unas pinceladas sobre la filosofía de Schopenhauer. De lo que extrajimos de la clase de filosofía, junto con lo que hemos trabajado en clase con Mari Carmen, me hice una idea bastante clara de cómo pensaba. Aquí se explica lo que obtuve de dichas clases y lo que encontré en Internet sobre el filósofo.
Arthur Schopenhauer nació en la ciudad de Danzig en Febrero de 1788. Siempre fue una persona reservada y tímida. Vivió siempre angustiado por el tema de la vida. Se caracteriza por su carácter pesimista.
Schopenhauer dice que no hay nada ni nadie que pueda ver la realidad tal y como es porque tenemos un velo que nos ciega, defiende que leer la realidad le queda demasiado grande al hombre y que ni el mundo ni la vida tienen sentido. La voluntad de las personas es inútil y a largo plazo esto solo genera frustración y sufrimiento. Dice que no se puede vivir plenamente al instante porque tampoco te sientes satisfecho. Cualquier esfuerzo será inútil, el único momento de tranquilidad se consigue con la muerte, pero provocar la muerte es ir en contra de la existencia de la vida.
Schopenhauer, aunque critica a la Iglesia, admira a los místicos y ascéticos. Éstos son un conjunto de personas santificadas por la Iglesia y todo su papel en la vida consiste en trabajar al máximo para conseguir una unión con Dios, pero al mismo tiempo se dejan manejar por éste. Los místicos optan por una vida sosegada, elemental, básica. Su actitud es de quietud y paz. Este pensamiento seduce a Schopenhauer porque él cree en la resignación o ataraxia, el ideal del cual es dejar de buscar. Siendo una persona activa no encuentras la felicidad, y adoptando una actitud de resignación reduces el sufrimiento, pero no lo apagas del todo.
Schopenhauer hace una crítica a Kant. Kant defendía que, como se muestra en el esquema inferior, que lo que nosotros vemos está formado por el sujeto y “la cosa en sí”, que el hombre es desconoce.

Schopenhauer le dice a Kant que “la cosa en sí” se puede conocer, que él lo hace y que es la voluntad. Ponemos por ejemplo un bolígrafo. Yo puedo ver el bolígrafo, pero no sé cómo es “el bolígrafo en sí”, pero si intento romperlo, opondrá una resistencia, y esta resistencia es su voluntad de existir.
 Arthur Schopenhauer
En la primera parte del libro vemos a un Andrés activo, que busca lo que pueda llenar su vida, vemos a un Andrés que según la visión de Schopenhauer se acabará dando contra una pared y no podrá encontrar la felicidad. A partir de la segunda parte, vemos a Andrés adoptar una postura más resignada frente a la situación.

El árbol de la ciencia. Análisis de la segunda parte.

En esta parte del libro ocurren dos cosas que tendrán transcendencia durante el resto de la obra. Primero de todo, Andrés conoce a Lulú, y segundo, la primera conversación entre Andrés y su tío Iturrioz. Por lo tanto, he decidido dividir esta parte del análisis en estas dos partes.
Lulú
Julio Aracil le presenta a Hurtado a Lulú. Al principio, Andrés no se siente atraído por ella pero le parece una chica graciosa, que no tiene ningún reparo en decir lo que piensa en voz alta y además es una chica muy simpática. Lulú no tiene amigas de su edad, las que tiene son mayores que ella. Se nos presenta como una chica un poco “rara” sobretodo cuando nos hablan de su niñez; durante un tiempo no quería hablar porque le provocaba tristeza.
Iturrioz y Andrés
No es hasta el capítulo nueve cuando hay la primera conversación entre Iturrioz y Andrés. El tío de Hurtado es hermano de su madre y aparece en la vida de Andrés cuando ésta muere, característica que relaciona a Iturrioz y a Margarita, la hermana de Andrés. Hoy en día, llamaríamos a Iturrioz un ecologista por su interés por la botánica, movimiento que está muy desarrollado durante el siglo XIX.
La conversación entre Iturrioz y Andrés representa una parada en la novel adonde podemos apreciar la evolución de Hurtado y de la que podemos extraer diferentes conclusiones.
La primera idea que se plantea es la de “el fuerte se come al débil”. Esta idea es muy antigua. Se puede encontrar en la filosofía griega y también en el inicio de La Celestina donde se refleja claramente esta idea. Este pensamiento lo refleja Iturrioz muy claramente en la siguiente frase:
“… la vida es una lucha, donde nos vamos devorando unos a otros”
Al mismo tiempo podemos llegar a la conclusión de que la palabra lucha la relaciona directamente con conflicto, ya que es Andrés quien tiene un conflicto en sus pensamientos respecto a las experiencias que lo han marcado profundamente.
En la quinta línea de la página 97 se describe la palabra lucha como <<proceso de la energía e un vivo contra los obstáculos del medio>>.
Andrés es un utópico, cree en un mundo mucho más justo y mejor, e Iturrioz le dice que tener ese punto de vista es absurdo ya que un solo hombre no puede cambiar el mundo y que si de verdad quiere actuar, debe hacerlo a pequeña escala o le quedará ancho y acabará comiéndose la cabeza.
Iturrioz defiende que los hombres responden a instintos y no hay que admirarse de que los hombres sigan esos instintos. Le dice que cambiar esos instintos cuesta siglos y que no intente tener una mentalidad tan tópica y romántica. También defiende que hay dos soluciones prácticas para el hombre sereno; la abstención y la acción.

El árbol de la ciencia. Análisis hasta el final de la primera parte

En esta entrada se explican mis conclusiones y las que hemos sacado en clase de los seis capítulos restantes de la primera parte. En esta, también he dividido el análisis en apartados, esta vez solo en dos. Uno en el que se profundiza un poco más sobre la personalidad de los amigos de Hurtado y sobre el ambiente de estudio, y otro apartado en el que se explican las múltiples decepciones de Andrés en estos seis capítulos.

Amistades y estudios
En estos seis capítulos hemos podido conocer la personalidad de los dos amigos de Andrés, Julio Aracil y Montaner, y hemos podido conocer nuevos amigos como por ejemplo Jaume Massó, Sañudo o Ibarra.
Julio Aracil se nos presenta como una persona muy ambiciosa, le gusta el dinero por encima de todo y tiene una gran habilidad para hacer fortuna, es un chico muy práctico. A la vez, descubrimos que es una persona muy cruel y egoísta y que al fin y al cabo, Aracil es un hipócrita.
Montaner, por otro lado, también muestra hipocresía ya que cuando este se junta con Andrés (se hacen buenos amigos a partir del segundo curso de carrera) critica a Julio, quien sigue siendo supuestamente su amigo. Es curioso que Montaner sea amigo de Andrés ya que sus ideologías políticas son opuestas. Montaner es un conservador.
En el ámbito del estudio, Andrés no se siente nada a gusto. Cree que los profesores son todos unos inútiles que no saben hacerse respetar delante de los alumnos y no imponen disciplina. Hurtado cree que el método de aprendizaje es muy poco práctico y que los profesores no motivan a sus alumnos a estudiar. Predomina la mnemotecnia, donde solo sirve memorizar. Otro dato importante es que este mismo método resulta a la vez injusto para muchos ya que muchos de los estudiantes podían aprobar asignaturas mediante cartas de recomendación escritas por familiares o amigos médicos.
Las decepciones
Las decepciones que experimenta Hurtado surgen de muchas situaciones distintas. Aunque la mayoría las experimenta durante su carrera como médico, también le decepcionan los compañeros, con los que no se siente identificado ya que todos tienen una ideología muy diversa y no sabe con quién de ellos expresar lo que piensa.
En el capítulo seis, La sala de disección, en el que se nos explica las prácticas que los estudiantes de medicina realizan sobre cadáveres. Durante estas prácticas Andrés se siente decepcionado por la manera en que se trata a los cadáveres, la forma despreocupada en que practican las disecciones, pero sobretodo la indiferencia de la mayoría de los estudiantes mostraban frente a la muerte.
Ya en el capítulo ocho, Una fórmula de vida, Andrés siente una única motivación por empezar las clases del cuarto año de carrera, las clases de don José de Letamendi, un hombre considerado un genio. Andrés empieza a leer sobre sus ideas y pensamientos y acaba dándose cuenta de que todo lo que escribe resulta ser palabrería sin realidad alguna, significando otra decepción para Hurtado.
El lugar en el que Andrés experimenta más decepción es en su paso como interno en el hospital de San Juan de Dios.
En primer lugar conocen a un médico cruel que trata mal a los enfermos, hecho que provoca que Andrés se enfrente al doctor insultándolo, pero lo que cuando se sorprende más es cuando conoce al hermano Juan. El hermano Juan es una persona que da toda su vida a los enfermos del hospital, se pasa el día realizando buenas obras para los enfermos pero Andrés no siente ningún tipo de aprecio por él, todo lo contrario, como Hurtado no es capaz de asumir el sufrimiento, le produce repulsión, por eso no entiende lo que hace el hermano de San Juan de Dios. No sabe encontrar un punto medio.

Competencia escrita

Teníamos como deberes hacer la Actividad II de una de las fotocopias que Mari Carmen nos dio, que pedía que explicáramos la relación entre el título de la novela los pensamientos de Andrés Hurtado. La verdad es que yo era consciente de que el nivel de mi redacción no era bueno, pero cuando Mari Carmen nos devolvió la actividad, me sorprendió ver que me había puesto un 4,5. Al principio me pareció una puntuación demasiado estricta, pero luego, contrastando mi redacción con los criterios de evaluación que Mari Carmen utiliza, me di cuenta de que no estaba al nivel.
En esta entrada se resumen los conceptos básicos que he podido extraer de la clase sobre como realizar un comentario de texto, pautas para escribir una buena redacción y unos cuantos errores léxicos que muchos de nosotros hemos cometido en nuestras redacciones.

Conceptos básicos que se deben tener en cuenta antes de pensar en la estructura y la organización de una redacción son; la presentación formal, que incluye escribir un título, una fecha y hacer referencia a un grupo (1ro Batx. 3ro ESO etc.) entre otros parámetros, y vigilar en no cometer faltas de ortografía como por ejemplo cambiar las b por v, las c por z, olvidar la letra h o cambiar las g por j.
Para hacer una buena redacción deberíamos realizar una búsqueda de datos sobre el tema requerido antes de empezar a escribir, y para tener una idea clara de lo que queremos hacer, es muy útil escribir un borrador antes de escribir la redacción definitiva.
Una vez se empieza a escribir debemos tener en cuenta diferentes parámetros. Es muy importante organizar y clarificar las ideas que se quieren expresar, y para organizarlas debemos utilizar conectores. El uso de conectores enriquece la redacción, y unas ideas bien organizadas dan coherencia al texto.
Si hubiera seguido estos parámetros, mi redacción habría estado a un nivel superior y por tanto habría aprobado. Ahora ya sé que es lo que debo hacer la próxima vez. Pero antes de terminar se explican los tres pasos a seguir para realizar un comentario de texto que comentamos en clase el día 8 de Octubre.

Comentario de Texto
1.       Lectura: comprender literalmente lo que se está leyendo.
2.       Borrador con anotaciones: “diseñar” el texto, las partes, como fragmentarlo etc.
3.       Redacción

Trabajando las características narrativas de Pío Baroja

No recuerdo muy bien el día en que trabajamos lo que se explica a continuación, así que no puedo concretar el día, pero estoy segura de que lo trabajamos justo después de profundizar en las ideas y la personalidad de Pío Baroja. 
Mari Carmen nos dio una fotocopia titulada
Citas de Pío Baroja y relación con aspectos de su “técnica” narrativa y de sus ideas. En la fotocopia había un total de dieciséis citas de Pío Baroja pero sólo destacaré tres.


De chico, cuando leía una novela, siempre saltaba las descripciones y las reflexiones, e iba a buscar, decidido, el diálogo y la acción”
La pesadez, la morosidad, el tempo lento, no puede ser una virtud”  
Estas dos citas nos explican en pocas palabras una de las características más importantes de la obra de Baroja. Su estilo rápido y breve, con oraciones sencillas, directas y la importancia del diálogo, que da ritmo a la lectura.
“Soy un hombre curioso y que se aburre desde la más tierna infancia”
Esta cita muestra los rasgos de su peculiar carácter. Muestra su curiosidad intelectual, su seriedad y su actitud solitaria.

El árbol de la ciencia. Análisis de los primeros cinco capítulos

Teníamos como deberes leer los cinco primeros capítulos de El árbol de la ciencia, libro de Pío Baroja que se ha mencionado en entradas anteriores y el cual iremos analizando a medida que lo leamos. Leer estos primeros capítulos no me quitó mucho tiempo ya que son solo unas veinte páginas y la lectura me gustó. Estos cinco capítulos forman parte de los once capítulos que forman la primera parte del libro, La vida de un estudiante en Madrid, y los capítulos que leímos y que se han analizado en clase son; Andrés Hurtado comienza la carrera, Los estudiantes, Andrés Hurtado y su familia, En el aislamiento y por último El rincón de Andrés.
En estos primeros capítulos nos introducen al protagonista, Andrés Hurtado y también los diferentes ámbitos en los que se mueve, por tanto podemos extraer mucha información. Dado que me gusta tener unos apuntes ordenados para que luego me sea más fácil estudiar, he dividido la información de estos capítulos según si trata sobre la familia y la casa del protagonista, o sobre lo que hace fuera de ella, es decir, los estudios.

Cómo ya se ha dicho, estos cinco capítulos nos introducen en la obra y nos presentan al protagonista, Andrés Hurtado, concretamente en su primer día de carrera de medicina, en la España de finales del siglo XIX.
La casa y la familia de Andrés Hurtado
La familia de Andrés Hurtado pertenece a la pequeña burguesía, pero sin destacar.
Su familia la forma su padre y sus cuatro hermanos. El padre de Andrés es una figura que tiene gran importancia en la obra y que ha influido en el carácter del protagonista. Se llama don Pedro Hurtado y trabaja como administrador de fincas. Su mujer, la madre de Andrés, murió cuando éste era pequeño. Don Pedro es conservador y por lo tanto sus ideas políticas se oponen totalmente a las de su hijo Andrés, y esa es una de las muchas razones por las que Andrés aborrezca a su padre y por la que su relación no sea nada buena. Don Pedro es un hombre egocéntrico y egoísta pero sobretodo es un hipócrita ya que siempre pretende aparentar mucho más de lo que es. Su carácter déspota y mezquino solo lo muestra cuando está en casa con sus hijos, pero fuera lo consideran muy buena persona.
Andrés tiene tres hermanos y una hermana aunque no tiene con todos ellos la misma relación. Alejandro es el mayor de los cinco y junto con Luis, el menor, son los favoritos del don Pedro. Alejandro es la viva imagen de su padre pero degradada. Es más egoísta y más mezquino, vuelve a casa tarde y borracho, no había querido trabajar ni estudiar y acabó trabajando en una oficina del Estado donde solo acudía para cobrar.
La única chica de la casa es Margarita, y Andrés, en estos cinco primeros capítulos nos la describe como una chica seca, dominadora y egoísta. Siente cariño por Andrés pero muestra mayor afecto por Pedro y Luisito y hacia su padre muestra respeto.
Pedro es el único hermano de la familia con estudios aunque no se cuida demasiado de ellos. Le gusta ir al teatro, vestir elegante y las mujeres. Su padre, don Pedro Hurtado lo trata con indiferencia y él admira a Andrés
El menor de los cinco hermanos es Luisito, que tiene unos cuatro años. Tiene poca salud y junto con Alejandro, es el preferido de su padre.
En resumen y citando un pequeño fragmento del libro, al inicio del tercer capítulo; <<En casi todos los momentos de su vida, Andrés experimentaba la sensación de sentirse solo y abandonado>>
En su casa, Andrés no encuentra su lugar, se siente aislado y abandonado y su único recurso son las novelas, que lee siempre que puede en su habitación (que antes de empezar la carrera compartía con su hermano Pedro pero que posteriormente se traslada a un cuarto utilizado para guardar trastos viejos) sin que nadie le moleste y solo se reúne con su familia para comer. Su cuarto tiene aspecto de celda y Andrés se pasa horas en él, leyendo o simplemente mirando por la ventana.
Otro elemento importante que nos describen de la casa de los Hurtado son los vecinos. En el tercer piso del edificio viven dos bailarinas, amantes de un senador, que son conocidas por la familia Hurtado por las del Moñete (apodo que les puso Luisito cuando las vio por primera vez). Los otros vecinos que se destacan en el libro son un padre y un hijo, los dos catalanes, que son justo al contrario que Andrés y su padre. El hijo catalán es el conservador y el padre justo lo contrario por lo que se pasan horas discutiendo.
Los estudios
El libro empieza con el primer día de carrera de Andrés Hurtado y solo con las primeras descripciones que nos hace, podemos hacernos una idea del desorden que hay en la educación ya que los estudiantes que inician su curso de medicina empiezan en la Escuela de Arquitectura para luego ir a otra clase separada de la anterior. Este desorden decepciona un poco a Andrés. En la primera clase a la que asiste, cuando entra el profesor todos los estudiantes empiezan a aplaudir i a mofarse de él, hecho que Andrés encuentra ridículo.
Ese mismo día, Andrés se reencuentra con Julio Aracil que ya había sido su compañero en el Instituto y éste le presenta a Montaner. Los dos estudiantes se pasan el día riéndose de los estudiantes provincianos y encuentran gracioso lo que a Andrés le parece ridículo. Andrés experimenta cierta antipatía por Aracil aunque siente aún más antipatía por Montaner.